Hay lugares perfectos, donde no todos pueden estar. no se trata de lugares físicos, sino de espacios en donde se encuentran las almas por medio de la música. En ese espacio no existen las palabras, pero eso no impide la comunicación, sino todo lo contrario. Hay una común unión que se forja en cada nota, en cada melodía, y se teje de manera silenciosa una atmósfera de armonía de complicidad y misterio. Ellos están allí y no les importa mas nada, solo se miran se entienden y disfrutan.
Yo nunca he estado alli, no puedo hacer mas que observarlos, sólo puedo ser un espectador privilegiado de ese instante único, y me quedo sentado observando como la música los envuelve y sentado a la distancia mi mano se mueve el compás de su melodía guiando el grafito que acaricia el papel,
y yo me quedo allí, sintiendo como la magia de la música llena mis oídos cuando sus manos juegan con las cuerdas y el parche de cuero, sintiendo como la magia de un dibujo llena mis retinas cuando el grafito danza con el papel, capturando un instante infinito.
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