Corrupción significa romper, destrozar…
Y justamente eso es lo que causa en cada uno de nosotros, la
corrupción rompe nuestro día cotidiano, rompe las esperanzas, los sueños, los
proyectos.
Nos rompe por dentro y por fuera.
Y cuando hay alguien que hace daño hay varias cosas que se
pueden hacer, por un lado hacer que el
dañino, que el corrupto, deje de hacer lo que hace, por otro lado castigarlo
para que él y el resto aprendan que el que hace algo mal tiene que pagar las
consecuencias y por último reparar lo roto y construir nuevamente.
No es la tarea del común de la gente ni detener y castigar,
pero si construir y eso es lo que hoy elijo.
Elijo construir mi vida, construir mis sueños rotos. Construir
sonrisas propias y ajenas, construir puentes que unan y crucen ríos revueltos.
Elijo contraponer el bien ante el mal echo.
Porque construyendo no hay nada que me detenga ni corrupto
que me corrompa, tiraran mis paredes mil veces y mil y una vez volveré a
levantarlas.
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